Sensible y empática, le emociona el amor del bueno, la unión de una madre con su bebé, el beso de dos enamorados, esa soledad escogida que se convierte en amiga, la pureza de los animales, la belleza de los paisajes o las nubes bajo sus pies al amanecer.

Le encanta escuchar a las personas de consciencia, nutrirse de las mejores fuentes de sabiduría, conocer con seres que tengan su misma filosofía, y le hace feliz pasear por la montaña, escuchar el silencio, contemplar el cielo, ver sonreír a su hija y ser de ayuda al despertar de la consciencia de los demás.

Este libro, primero de una interesante trilogía, nace,  desde la promesa de compartir un mensaje importante, que los límites tan solo existen en la mente y que, el poder para alcanzarlos, reside en el corazón y persigue el bonito sueño de dejar al mundo un legado: el de ayudar a que las personas despierten, se sanen y que entiendan que el mayor valor de todos empieza por amarse a ellos mismos.

Estás a unas páginas de volver a creer en los milagros. De ver la belleza de la vida. De sentir cómo la magia regresa a tu vida. De volver a confiar en tu increíble potencial.

Todo bajo la pluma de Eva, una mujer valiente que, cuando mira hacia atrás, sonríe y entiende que todo ha valido la pena, que no sería quien es sin lo bueno o lo malo vivido y que nunca hubiera escrito estos libros sin su gran maestra: la enfermedad.